Capítulo 2

No tengo que pensar demasiado para deducir que estas primeras horas las pasaré con visitas de familiares o amigos encerrada en casa sin poder ni siquiera salir.Pero no me voi a quedar aquí eternamente asique...

-¡Ha abierto los ojos!

-¿Estas bien, Violeta?

-Sí, mamá.

Pasan unas horas y mi predicción se cumple, fueron unas horas eternas llenas de besos y abrazos.

Es la hora de comer, ahora ya nadie más me va a observar como si fuera un bicho raro. Odio ser el centro de atención, ser el punto de todas las miradas. Todavía me queda una duda, miento, me quedan muchas dudas pero no las que conversar con mis padres.

-¿Cuánto tiempo llevo ahí?

-Medio mes-dijeron mis padres a la vez-y por fin despertaste.

-Ah.

Aunque parecería mentira, tengo sueño, demasiado sueño.

Comí un poco y me fui a mi cuarto, era el único sitio donde ahora quería estar. Allí nadie me iva a atosigar más. Ví que estaba el ordenador sobre mi cama, mis padres no habían tocado mi cuarto, que bien, lo voi a encender. Igual tengo correo o algo por estilo en mi e-mail.

Y así fue, pero era algo extraño. No un correo cualquiera de mis contactos del colegio o de amigos. Era una dirección nueva para mí, es más, nunca la había visto ni había oido hablar de ella.En fin, voi a abrirla.

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